El café molido es uno de los que más éxito tienen entre el público por su comodidad a la hora de prepararlo. En nuestro ajetreado mundo actual, un café molido de calidad nos permite ganar tiempo y disfrutar de una taza de café muy similar a la que nos proporcionaría un café en grano molido al momento.
Cuando nos metemos de lleno en la repostería creativa, nos damos cuenta del amplio mundo en el que nos encontramos. Hay infinidad de recetas para hacer, ingredientes que usar e ideas que desarrollar. A veces tenemos todo al alcance de la mano y de manera económica en tiendas cercanas a casa y en otras ocasiones, podemos realizar nosotros mismos nuestros propios ingredientes para darle un toque más personal y diferenciar nuestras elaboraciones de las de los demás.
Por ejemplo, podemos realizar nuestro propio extracto de café para añadir a muffins, cupcakes, galletas, etc. Realizar nuestro propio extracto de café es tan sencillo que te parecerá mentira. Para ello necesitaremos:
La elaboración es muy sencilla. Herviremos el agua hasta unos 190ºc aproximadamente con el azúcar, quedando el azúcar con un tono oscuro característico cuando se convierte en caramelo. Una vez conseguido el caramelo, retiramos del fuego.
A este caramelo le añadiremos el café molido y el agua hirviendo. Debemos tener mucho cuidado al ir vertiendo el agua porque generará burbujas que pueden quemar.
Tapamos la mezcla durante 24 horas a temperatura ambiente. Pasado este tiempo, colaremos la mezcla con un colador muy fino o una media, y ya tendremos listo nuestro extracto de café.
Alguna de las utilidades de este extracto, aparte de las ya mencionadas, por ejemplo para teñir las galletas al hornearlas, para que adquieran un tono dorado muy bonito.
