El guacamole es una salsa mexicana de origen azteca, conocida en todo el mundo y muy característica en su sabor y color. Sirve para acompañar todo tipo de platos, es de fácil elaboración y muy natural, requiere pocos ingredientes. Su principal ingrediente es el aguacate. Aunque existen muchos tipos de recetas para la elaboración del guacamole, siempre me decanto por mi propia versión de ella, de sabor suave apta para todos y que ya cuenta con fieles consumidores.
Ingredientes:
- 3 aguacates
- 1 tomate
- Media cebolla
- Zumo de medio limón
- Cilantro
- Pimienta
- Sal
Elaboración:
La elaboración es muy sencilla. En primer lugar, pelaremos los aguacates, los iremos cortando a pequeños pedacitos y los colocaremos en el vaso de la batidora, importante deshuesar los aguacates.
Lavamos el tomate y lo cortamos en pequeños trocitos. Recomiendo quitar las semillas del tomate, para que luego en la salsa no encontremos ninguno. Los pequeños trocitos de tomate también los añadiremos al vaso de la batidora.
Picamos la media cebolla en cuadraditos pequeños y añadimos también al vaso de la batidora, junto a 5 o 6 hojitas de cilantro, la pizca de sal y un par de vueltas del molinillo de pimienta. Añadimos el zumo de medio limón.
Pasamos todos los ingredientes por la batidora a velocidad normal durante un par de minutos hasta que quede una salsa espesa y uniforme. Dejamos reposar en un recipiente en el frigorífico durante al menos media hora.
Como sugerencia de presentación, servimos en un bol y acompañamos de tortitas de trigo, doritos, patatas o picos de pan con semillas.
El zumo de limón, además de darle un toque cítrico a nuestro guacamole, hará que nos dure en el frigorífico durante unos días más, ya que es un efectivo antioxidante.