¡No, no vamos a comernos las uñas! Pero sí vamos a añadirles azúcar para darles un toque muy original y divertido. Es un truco ideal para llevarlas en una celebración o en una fiesta especial. Es muy fácil de hacer y no tenemos que ir a ninguna tienda a comprar cosas raras. Para hacer dulces nuestras uñas necesitamos:
- Tu color, o colores, favoritos de pintura de uñas.
- Laca de uñas transparente (top coat) o endurecedor.
- Azúcar.
- Un trapo o papel de cocina.
Para empezar, es aconsejable colocar debajo un papel de cocina, un trapo o toalla vieja. Después, le damos la base del color que más nos guste a las uñas.
Los tonos pastel dan mejor resultado. Una vez seca la base, nos volvemos a pintar la misma uña con laca transparente.
Sin esperar a que se seque y rápidamente echaremos sobre la uña el azúcar, no importa que se llene mucho la uña o se caiga por los lados. Nos sería más fácil ayudarnos de un embudo pequeñito como el de la foto, pero si no lo tenemos pues utilizamos una cucharita pequeña para volcar nuestra azúcar.
A continuación, presionamos sobre la uña para que se fije el azúcar a la laca que pusimos anteriormente y le damos la vuelta al dedo, dando toquecitos, para que caiga lo que nos sobre del azúcar.
Repetimos lo mismo con cada uña. Es recomendable hacerlo una a una, para que no se nos pegue el azúcar de un dedo a otro. Cuando estén todas las uñas secas, aplicamos el endurecedor o laca transparente para fijar el azúcar, que no se caiga y nos dure más días.
Nuestro resultado será el siguiente: