El otro día publicamos una receta de tartaletas caribeñas de vainilla y piña que gustaron mucho, así que hoy traemos otra receta de tartaletas de espuma de menta. Una receta muy vistosa, que puede ser protagonista de comidas o días especiales con la que sorprenderemos a nuestros amigos y familiares. El tiempo de preparación es de una hora aproximadamente.
Ingredientes para 6 personas
Para las tartaletas:
- 6 moldes para tartaletas de 10 cm de diámetro
- 180 gr de harina
- 60 gr de cacao en polvo
- 200 gr de azúcar
- 100 gr de mantequilla
- 1 huevo
- 1 cucharada de postre de bicarbonato sódico
- 1 pellizco de sal
Para la espuma de menta:
- 25 cl de leche
- 3 yemas de huevo
- 80 gr de azúcar
- 2 hojas finas de gelatina
- 1 cucharada sopera de licor de menta (con alcohol)
- 2 gotas de colorante alimentario verde
- 25 cl de nata líquida
Preparando las tartaletas de espuma de menta
En primer lugar, prepararemos las tartaletas mezclando en un cuenco la harina, el cacao, el bicarbonato, la sal y el azúcar. Después, añadimos la mantequilla en trozos y mezclamos con la ayuda de las manos hasta conseguir una textura parecida a la del pan rallado. Batimos un huevo ligeramente y lo incorporamos. Batimos bien hasta conseguir una masa uniforme y ligeramente elástica. Cubriremos con un film transparente y lo meteremos en la nevera media hora.
Pasado este tiempo, sacamos la masa de la nevera, ponemos un poco de harina en la superficie y con la ayuda de un rodillo la estiraremos. Cortaremos círculos de un tamaño algo mayor que los moldes de tartaletas y cubriremos los moldes previamente engrasados presionando ligeramente. Cuando los tengamos preparados, pincharemos con un tenedor la base y los meteremos en el horno a 180ºC durante unos 20 minutos. Luego los sacaremos y dejaremos que se enfríen para desmoldarlos.
A continuación prepararemos la espuma de menta. Pondremos a cocer la leche en un cazo y, cuando hierva, la retiraremos del fuego. Batimos las yemas y el azúcar hasta que la mezcla esté blanquecina e iremos incorporando la leche poco a poco. Ponemos de nuevo esta mezcla en el fuego y dejaremos que se cueza sin dejar de remover, a fuego lento durante unos 5 minutos.
Pondremos la gelatina en remojo y, cuando se ablande, la escurrimos y echamos a la mezcla caliente. Dejaremos que se enfríe, añadiendo el licor de menta, el colorante y la nata montada en chantillí. Cuando las tartaletas hayan reposado, las cubriremos con esta mezcla.
Un truco para evitar que las tartaletas se hinchen al meterlas en el horno, es colocar unos garbanzos secos encima.
Como sugerencia de decoración, podemos rociar el plato ya terminado con un poco de purpurina dorada u oro comestible. Añadiremos también algunas hojas de menta para dar más colorido a las tartaletas.